Limonada servida en un Cheesecake!!

Suave, ligero, fresco, sencillo y exquisito. Todos estos adjetivos sirven para describir este Cheesecake que quiero compartir hoy con vosotr@s.

Tiene el sabor exacto a una buena limonada, en su punto de dulzor. La diferencia es que se come con cuchara en lugar de con pajita.

La receta la descubrí en BBC Good Food y a parte de llamarme la atención por los ingredientes, me picó la curiosidad por el hecho de no necesitar horno.

A ver qué os parece!

Lemonade Cheesecake (Sin hornear)

Fuente: BBC Good Food

Ingredientes:

- 80 galletas maría o tipo digestive troceadas (picadas)

- 50gr de mantequilla

- 500gr de queso quark ligero

- 200gr de queso fresco (tipo Philadelphia)

- 200gr de azúcar glas (yo usé normal)

- Ralladura de 2 limones

- Zumo de 3 limones

- 4 hojas de gelatina neutra (yo recomendaría añadir una más)

Preparación:

La base:

En primer lugar preparar la base del pastel. Para ello, picar bien las galletas y derretir la mantequilla. Una vez deshecha, verter sobre el "picadillo" de galletas y con ayuda de una espátula ir chafándolas con cuidado a modo de hacer una pasta.

Preparar el molde del cheesecake (puede ser redondo - el habitual- alargado o individual). Os recomiendo que recortéis en papel vegetal la forma de la base del molde y lo pongáis en el fondo del molde. Sobre el papel, verter la mezcla de galletas, apretar bien y meter a la nevera para que tome forma y se endurezca.

La crema de queso:

En un bol mezclar el queso quark con el queso fresco y el azúcar.

Añadir la ralladura de limón y mezclar de nuevo.

En otro bol sumergir las hojas de gelatina en agua fría para que se hidrate. Poner en un cazo el zumo de los tres limones y calentar a fuego bajo (sin hervir). Una vez blanda la gelatina, añadirla al cazo con el zumo de limón y remover bien hasta que se deshaga. Retirar del fuego y verter sobre la mezcla de quesos y batir para repartir la gelatina.

Sacar el molde de la nevera y verter sobre él la mezcla de queso y gelatina.

Meter a la nevera y dejar que la gelatina se solidifique (dejarlo unas 4 horas mínimo, mejor toda la noche).

Para desmoldar, ayudaros de un cuchillo para separar los bordes del pastel del molde. Otra forma, sería "bañar" el molde en agua caliente para que se despegue.

Mientras lo he degustado se me ha ocurrido la idea de que quedaría genial en pastelitos individuales o en un vaso bonito con varias capas de galleta y gelatina. ¿ Os lo imagináis? Yo lo probaré la próxima vez y prometo fotos!

Es el postre ideal para los días calurosos de verano que nos esperan, no os parece?