Este es uno de los primeros pasteles que preparé en el blog y desde hace tiempo que pienso que las fotos que saqué no le hacen justicia aunque la receta es muy buena y la he preparado varias veces más. Siempre que lo hago, gusta a todos y cuando no lo hago, me lo reclaman!
Este cheesecake es el MEJOR con diferencia de todos los cheesecake que he hecho, bueno no, el mejor el de gengibre de Navidades o el de gelatina de mango y lima...aiii no puedo elegir!!! Aunque tenéis que saber que no es un cheesecake al uso, no tiene nada que ver con un NY Cheesecake, que también me encanta!
El Japanese cheesecake es esponjoso, suave, se deshace en la boca y no empalaga nada! Le gustará a todos, a quienes les guste el queso y a los que no!
El blog de donde he sacado la receta, The little Teochew, explica unos cuantos consejos de cómo conseguir el mejor japanese cheesecake que son muy interesantes. Os recomiendo que los leáis antes de hacer el cheesecake, si lo queréis hacer, porque pueden ayudaros mucho. Yo los he leído demasiado tarde, siempre me pasa igual, pero me los he apuntado para futuras ocasiones. Clicad aquí para verlos.
Japanese Cheesecake
Fuente: The little Teochew
- 140g de azúcar blanco
- 6 claras de huevo
- 6 yemas de huevo
- 1/4 cucharadita de cremor tártaro
- 50g de mantequilla
- 250g de queso crema
- 100ml de leche
- 60g de harina para bizcochos ( también puede ser harina normal)
- 20g de maizena
- 1/4 cucharadita de sal
Preparación:
Precalentar el horno a 160°C y poner 4 boles o vasos resistentes al calor con agua en las esquinas del horno, en la base.
Poner un cazo con agua al fuego y esperar a que hierva. En un bol, poner la mantequilla, cortada a dados, el queso y la leche. Poner este bol sobre el cazo y esperar a que se derrita tanto la mantequilla cono el queso. Remover de vez en cuando.
Cuando se haya derretido todo, retirar el bol y apagar el fuego. Dejar que la mezcla se enfríe ( os aconsejo cambiar la mezcla de bol).
En cuando se haya enfriado todo, verter la harina, las yemas de huevo, la maizena y la sal. Mezclar bien.
Por otro lado, montar las claras a punto de nieve. Poner las claras en el bol de la batidora y en cuanto empiecen a estar espumosas, añadir el cremor tártaro. Seguir montando y en cuanto empiecen a estar más espumosas, añadir el azúcar y continuar hasta que se formen picos. La forma de saber que están listas, es darle la vuelta al bol y comprobar que no se mueven.
Mezclar las claras con la crema de yemas y con mucho cuidado, con movimientos envolventes, y con una espátula incorporar las claras a la crema.
Preparar el molde para el cheesecake. Puede ser de silicona o desmontable, el cual siempre es más fácil de desmoldar. Forrarlo, por dentro, con papel vegetal y dejar que el papel sobresalga del molde considerablemente para cuando el pastel suba.
Meter al horno y cocer durante unos 70 minutos más o menos. Veréis que cuando lleve unos 30-40 minutos horneándose, el pastel se dorará y para evitar que la parte superior se queme, os aconsejo cubrirla con papel de aluminio hasta que finalice la cocción.
Transcurrido el tiempo, pinchar con un palillo para comprobar que está listo y apagar el horno. NO saquéis el cheesecake del horno, dejarlo enfriar dentro con la puerta abierta.
Cuando esté frío, sacarlo y degustar! Una maravilla súper esponjosa!
Sin duda, el preferido de toda la familia!!!